Reseña: Dream Theater - Quarantième: Live à Paris

Aunque con el lanzamiento de Parasomnia, Dream Theater marcó oficialmente el regreso del baterista Mike Portnoy a la banda, a mi parecer la verdadera reunión aconteció en los escenarios, durante la primera parte de la gira de presentaciones en vivo, donde los miembros de la banda pudieron realmente experimentar volver a tocar juntos.

Esta gira comenzó en octubre del 2024, algunos meses antes del lanzamiento de Parasomnia, por lo que de ese álbum inicialmente solo tocaron el primer sencillo, Night Terror. En lugar de nuevas canciones, durante esas presentaciones la banda repasó su material histórico, conmemorando además sus 40 años de carrera como uno de los exponentes principales del metal progresivo a nivel mundial.

El nuevo disco en vivo, Quarantième: Live à Paris, (quarantième significa cuadragésimo en francés,) fue grabado durante una presentación en París en noviembre del mismo año y contiene canciones que representan la carrera de la banda desde sus primeros discos hasta la actualidad. La portada incluso alude al arte de discos pasados de Dream Theater.

Sin embargo el énfasis es en canciones de los discos que la banda realizó con Mike Portnoy, y solamente hay 2 canciones de la era en la que Mike Mangini suplió a Portnoy en la batería (2010-2023). Tiene sentido que con Portnoy de vuelta la banda quiera tocar principalmente las canciones que crearon junto a él, aunque personalmente me gustaría escuchar a Dream Theater revisitando más material de la época de Mangini durante sus presentaciones en el futuro.

De cualquier forma, el material de Quarantième: Live à Paris es bastante fuerte, y no me cabe duda de que dejará a todo fanático satisfecho al permitirle escuchar interpretaciones recientes de muchísimas de las mejores canciones de Dream Theater, por la alineación clásica de la banda. En este sentido es un gran disco.

Desde el comienzo el set mantiene al oyente intrigado por cómo sonará Dream Theater en la actualidad. Después de todo, no solo Mike Portnoy estuvo fuera de la banda por más de una década, sino además los miembros ya no están precisamente tan jóvenes, la mayoría contando con alrededor de 60 años, y en el caso de Jordan Rudess , el tecladista, casi 70.

No lo duden, Dream Theater suena fenomenal. La ejecución de las canciones es robusta, rejuvenecida por la presencia de Portnoy, quien pareciera como si quisiera darlo todo, y no pierde ni un solo beat. Supongo que debe sentirse sumamente afortunado de poder volver a tocar con su banda después de todos esos años fuera, y se nota.

Es grato además poder escuchar a Mike Portnoy de nuevo adoptar el rol de vocalista secundario. De hecho, creo que es donde más se delata su emoción de estar de nuevo detrás de la batería con la banda.

El baterista suena grandioso, al igual que el resto de sus compañeros, salvo por momentos el cantante principal, James LaBrie, quien como es sabido, ha tenido un declive notorio en su habilidad vocal a través de los años. Lejos están los días en los que LaBrie podía alcanzar notas extremadamente altas sin aparente dificultad.

LaBrie hoy en día se enfoca más en un rango vocal medio y ocasionales intentos de subir de registro, con resultados inconsistentes. Los fans que estén acostumbrados a sus grabaciones en los discos de estudio quizás se lleguen a sentir un poco decepcionados por su interpretación en vivo. Aunque James LaBrie compensa sus limitaciones vocales con su gran emotividad y entrega para cantar.

Estos son algunos de mis momentos favoritos durante esta presentación de casi 3 horas de duración:

El set comienza con Metropolis Pt. 1, una de las canciones más celebradas de la banda. La ejecución es majestuosa.

Y por supuesto, no pueden faltar las clásicas Overture 1928 y Strange Déjà Vu.

Tocan The Mirror, uno de mis temas favoritos de Awake. Y una gran sorpresa, una emotiva ejecución de Hollow Years del disco Falling Into Infinity. Night Terror, la mencionada única canción de Parasomnia, suena muy bien, y da gusto escuchar a la banda tocar nuevo material en vivo.

El final del set es fuertísimo. Dream Theater ejecuta perfectamente el sublime tema instrumental Stream of Consciousness, seguido por la canción épica de 24 minutos, Octavarium. Y como si esto fuera poco, rematan con un par de grandes temas del disco Metropolis Pt.2: Home y The Spirit Carries On, seguidos por un final muy apropiado para cerrar la noche, en la forma de su tema más clásico de todos, Pull Me Under.

Un set para los libros de la historia.

Debo agreagar que el concierto fue lanzado además en video en Blu Ray, y cuenta con la novedad de tener una versión en Dolby Atmos, para quien le guste ese formato, adicional a la versión en Stereo.

En general disfruté mucho escuchar Quarantième: Live à Paris. Es un monumento a la musicalidad de Dream Theater, y a tantas excelentes canciones a lo largo de 40 años de carrera y las distintas eras de la banda. Un concierto que ningún fan debe pasar por alto.

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