Reseña: Pink Floyd – Wish You Were Here 50

Wish You Were Here cumple 50 años, y Pink Floyd ha decidido complacer a sus fanáticos con una versión especial para conmemorar ese tan importante álbum para la historia del rock.

Esta versión especial, titulada Wish You Were Here 50, contiene para comenzar el álbum original, el cual es una obra maestra que muestra a Pink Floyd en la cúspide de su genialidad. Incluye además un disco de rarezas de estudio, con versiones alternas y demos previamente inéditos. Contiene adicionalmente una grabación bootleg (pirata), ahora oficial, de uno de los conciertos de la banda en Los Ángeles en 1975.

Y bueno, para quien nunca haya escuchado el álbum, fue lanzado originalmente en septiembre de 1975, y contiene 5 temas en donde la banda explora temáticas como la ausencia, el aislamiento y hasta un comentario sobre la falta de sinceridad de la industria musical.

Los temas que abren y cierran el disco: Shine On You Crazy Diamond (Pts. 1-5) y Shine On You Crazy Diamond (Pts. 6-9) son realmente una sola canción épica, dividida en 2. Para mí es lo que más destaca musicalmente del álbum y de lo mejor que alguna vez haya creado Pink Floyd en toda su carrera. Líricamente es una elegía a Syd Barrett, excompañero de banda en Pink Floyd, quien fue apartado del grupo debido a sus problemas de salud mental.

Las otras 3 canciones son también excelentes.

Welcome to the Machine, un lento tema atmosférico que trata sobre la industria musical, retratando a la banda no como artistas, sino como engranajes de una máquina dirigida por ejecutivos a los que no les importan.

Have a Cigar, un rock más movido, incluso un poco funky. La letra es una burla satírica a los ejecutivos de los sellos discográficos que buscan parecer cool, pero no tienen idea de nada, sino solo hipocresía y codicia. Representa las exigencias de un ejecutivo discográfico tras el éxito arrollador de su disco anterior, The Dark Side of the Moon.

La canción incluye la famosa frase, “The band is just fantastic, that is really what I think, oh, by the way, which one's Pink?”

[“La banda es fantástica, es realmente lo que creo, oh, por cierto, ¿cuál de ustedes es Pink?”]

Un dato curioso es que Have a Cigar fue cantada por el músico inglés Roy Harper, no por un miembro de la banda, ya que estaban insatisfechos con su propia ejecución.

Finalmente, la canción que da nombre al álbum, Wish You Were Here, un tema basado en guitarra acústica con una letra que conecta la pérdida de Syd Barrett con un sentimiento general de alienación por parte de la banda luego del éxito de The Dark Side of the Moon. Es uno de los temas más persistentemente populares de Pink Floyd.

Las rarezas de estudio del segundo disco son versiones iniciales y alternas de las canciones del Wish You Were Here, que principalmente solo serán de interés para enormes fanáticos del álbum.

Dan una buena idea sobre el proceso de desarrollo de las canciones de Pink Floyd, como por ejemplo, la maqueta original de Roger Waters de Welcome to the Machine, titulada The Machine Song (Roger’s Demo), seguida de un segundo demo más desarrollado, así como una versión de Have a Cigar que cuenta con la voz de Waters y David Gilmour.

Hay 3 versiones alternas de Wish You Were Here: la primera toma que grabó la banda; una toma con un solo de violín en lugar del solo final de guitarra acústica; y finalmente una de las mejores adiciones a esta colección, una versión instrumental que en lugar de tener la voz de Gilmour, cuenta con la melodía principal interpretada en guitarra pedal-steel.

Pero para mí lo más emocionante de esta versión de los 50 años es la nueva mezcla de Shine On You Crazy Diamond, la cual une por primera vez las 2 mitades del tema que aparecen en el álbum original, permitiendo así escuchar la canción de forma continua en sus gloriosos 25 minutos de duración.

El video musical muestra al artista Noel Fielding pintando un retrato de Syd Barrett, quien era conocido por ser él mismo un pintor.

La grabación bootleg del concierto de 1975 que se incluye contiene muchísimo material. Comienza con Raving And Drooling y You’ve Got To Be Crazy, los cuales son los nombres de las versiones originales de Sheep y Dogs, del álbum Animals, que aún tomaría un par de años más en llegar a ser lanzado. Pink Floyd era conocido por tocar en vivo material no lanzado como una forma de ir desarrollando sus canciones.

Le siguen Shine On You Crazy Diamond, con Have a Cigar interpretada entre ambas mitades.

La banda además complació al público esa noche, tocando el álbum The Dark Side of the Moon de forma completa. Y como si todo esto no fuera suficiente, terminan el set con Echoes, su canción épica de 22 minutos.

La historia de la grabación de este concierto es muy interesante, y recomiendo leerla. Pero básicamente es una grabación bootleg (grabación pirata), realizada por un fanático entre los asistentes al evento. Es una grabación de bastante calidad para haber sido hecha de forma tan simple, en esencia con un par de micrófonos situados frente al escenario, conectados a una máquina de cinta.

La grabación de este concierto se volvió tan popular entre los fanáticos que para esta versión del 50 aniversario la banda decidió lanzarla por primera vez de forma oficial, ya que nunca grabaron profesionalmente por su cuenta ninguno de los conciertos de la gira de Wish You Were Here.

Para este fin enlistaron a Steven Wilson, (quien además trabajó recientemente en Pink Floyd at Pompeii – MCMLXXII), para restaurar la grabación bootleg original.

Esto dijo Wilson al respecto, “La grabación aún conserva todas las características distintivas de un bootleg. Está el ambiente de la sala, muy poca separación entre instrumentos, y todo eso. Pero tiene una calidad excepcionalmente alta para ser un bootleg. Tenemos mucha suerte de tenerlo, y realmente hice lo que pude en cuanto a la restauración. Mi función no era intentar que sonara como algo distinto a lo que era: un bootleg. Sino simplemente intentar aumentar un poco la separación estéreo, intentar darle un poco más de tono y tratar de suavizar algunas de las frecuencias más feas que había debido al sonido del auditorio esa noche. Y, simplemente, esforzarme al máximo para presentar una versión definitiva de esta cinta de casete original que ha estado circulando durante 50 años.”

Y bueno, es lamentable que la banda nunca haya grabado ninguno de esos conciertos, pero al menos tenemos esta grabación bootleg, que no suena nada mal considerado lo que es.

Wish You Were Here 50 contiene suficiente material adicional para complacer a los fanáticos más devotos de la banda. Personalmente, el álbum original siempre ha sido mi favorito de Pink Floyd, y me pareció muy interesante escuchar los demos y versiones alternas de los temas, la nueva versión continua de Shine On, así como el concierto restaurado. Recomiendo ampliamente no pasar esta versión por alto.

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